Sábado, 9 de septiembre de 2017
Primera lectura
Lectura de la carta del
apóstol san Pablo a los Colosenses (1,21-23):
Antes estabais
también vosotros alejados de Dios y erais enemigos suyos por la mentalidad que
engendraban vuestras malas acciones; ahora, en cambio, gracias a la muerte que
Cristo sufrió en su cuerpo de carne, Dios os ha reconciliado para haceros
santos, sin mancha y sin reproche en su presencia. La condición es que permanezcáis
cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza del Evangelio que
escuchasteis. En el mismo que se proclama en la creación entera bajo el cielo,
y yo, Pablo, fui nombrado su ministro.
Palabra de
Dios
Salmo
Sal 53,3-4.6.8
R/. Dios es mi
auxilio
Oh Dios,
sálvame por tu nombre,
sal por mi con
tu poder.
Oh Dios,
escucha mi súplica,
atiende a mis
palabras. R/.
Pero Dios es
mi auxilio,
el Señor
sostiene mi vida.
Te ofreceré un
sacrificio voluntario,
dando gracias
a tu nombre, que es bueno. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Lucas (6,1-5):
Un sábado,
Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas
con las manos, se comían el grano.
Unos fariseos
les preguntaron: «¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?»
Jesús les
replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron
hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden
comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros.»
Y añadió: «El
Hijo del hombre es señor del sábado.»
Palabra del
Señor
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