Lunes,
11 de septiembre de 2017
Primera lectura
Lectura de la carta del
apóstol san Pablo a los Colosenses (1,24–2,3):
Ahora me
alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores de Cristo,
sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado
ministro, asignándome la tarea de anunciaros a vosotros su mensaje completo: el
misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones y que ahora
ha revelado a sus santos. A éstos Dios ha querido dar a conocer la gloria y
riqueza que este misterio encierra para los gentiles: es decir, que Cristo es
para vosotros la esperanza de la gloria. Nosotros anunciamos a ese Cristo;
amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría,
para que todos lleguen a la madurez en su vida en Cristo: ésta es mi tarea, en
la que lucho denonadamente con la fuerza poderosa que él me da. Quiero que
tengáis noticia del empeñado combate que sostengo por vosotros y los de
Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente. Busco que tengan
ánimos y estén compactos en el amor mutuo, para conseguir la plena convicción
que da el comprender, y que capten el misterio de Dios. Este misterio es
Cristo, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y el conocer.
Palabra de
Dios
Salmo
Sal 61,6-7.9
R/. De Dios
viene mi salvación y mi gloria
Descansa sólo
en Dios, alma mía,
porque él es
mi esperanza;
sólo él es mi
roca y mi salvación,
mi alcázar: no
vacilaré. R/.
Pueblo suyo,
confiad en él,
desahogad ante
él vuestro corazón,
que Dios es
nuestro refugio. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Lucas (6,6-11):
Un sábado,
entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis
en el brazo derecho. Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si
curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él,
sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: «Levántate y
ponte ahí en medio.» Él se levantó y se quedó en pie.
Jesús les
dijo: «Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el
bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?»
Y, echando en
torno una mirada a todos, le dijo al hombre: «Extiende el brazo.»
Él lo hizo, y
su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había
que hacer con Jesús.
Palabra del
Señor.
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