FIESTA DE LOS SANTOS
ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL
Libro de Daniel
7,9-10.13-14.
Yo estuve
mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano se sentó. Su
vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana
pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente.
Un río de
fuego brotaba y corría delante de él. Miles de millares lo servían, y
centenares de miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y
fueron abiertos unos libros
Yo estaba
mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo
como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta
él.
Y le fue dado
el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y
lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será
destruido.
Salmo
138(137),1-2a.2bc-3.4-5.
Te doy
gracias, Señor, de todo corazón,
te cantaré en
presencia de los ángeles.
Me postraré
ante tu santo Templo.
y daré gracias
a tu Nombre
por tu amor y
tu fidelidad.
Me respondiste
cada vez que te invoqué
y aumentaste
la fuerza de mi alma.
Que los reyes
de la tierra te bendigan
al oír las
palabras de tu boca,
y canten los
designios del Señor,
porque la
gloria del Señor es grande.
Evangelio según San Juan
1,47-51.
Al ver llegar
a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin
doblez".
"¿De
dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te
vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".
Natanael le
respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de
Israel".
Jesús
continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás
cosas más grandes todavía".
Y agregó:
"Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y
bajar sobre el Hijo del hombre."