LUNES DE LA VIGÉSIMA
QUNITA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Libro de Esdras 1,1-6.
En el primer
año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del Señor
pronunciada por Jeremías, el Señor despertó el espíritu de Ciro, rey de Persia,
y este mandó proclamar de viva voz y por escrito en todo su reino:
"Así
habla Ciro, rey de Persia: El Señor, el Dios del cielo, ha puesto en mis manos
todos los reinos de la tierra, y me ha encargado que le edifique una Casa en
Jerusalén, de Judá.
Si alguno de
ustedes pertenece a ese pueblo, que su Dios lo acompañe y suba a Jerusalén, de
Judá, para reconstruir la Casa del Señor, el Dios de Israel, el Dios que está
en Jerusalén.
Que la
población de cada lugar ayude a todos los que queden de ese pueblo, en
cualquier parte donde residan, proporcionándoles plata, oro, bienes y ganado,
como así también otras ofrendas voluntarias para la Casa del Dios que está en
Jerusalén".
Entonces los
jefes de familia de Judá y de Benjamín, los sacerdotes y los levitas, y todos
los que se sintieron movidos por Dios, se pusieron en camino para ir a
reconstruir la Casa del Señor que está en Jerusalén.
Sus vecinos
les proporcionaron toda clase de ayuda: plata, oro, bienes, ganado y gran
cantidad de objetos preciosos, además de toda clase de ofrendas voluntarias.
Salmo 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6.
Cuando el
Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía
que soñábamos:
nuestra boca
se llenó de risas
y nuestros
labios, de canciones.
Hasta los
mismos paganos decían:
“¡El Señor
hizo por ellos grandes cosas!”.
¡Grandes cosas
hizo el Señor por nosotros
y estamos
rebosantes de alegría!
¡Cambia,
Señor, nuestra suerte
como los
torrentes del Négueb!
Los que
siembran entre lágrimas
cosecharán
entre canciones.
El sembrador
va llorando
cuando esparce
la semilla,
pero vuelve
cantando
cuando trae
las gavillas.
Evangelio según San Lucas
8,16-18.
Jesús dijo a
la gente:
"No se
enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de
la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean
la luz.
Porque no hay
nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser
conocido y divulgado.
Presten
atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene,
se le quitará hasta lo que cree tener".
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