CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS
FIELES DIFUNTOS
Libro de la Sabiduría
3,1-9.
Las almas de
los justos están en las manos de Dios, y no los afectará ningún tormento.
A los ojos de
los insensatos parecían muertos; su partida de este mundo fue considerada una
desgracia
y su
alejamiento de nosotros, una completa destrucción; pero ellos están en paz.
A los ojos de
los hombres, ellos fueron castigados, pero su esperanza estaba colmada de
inmortalidad.
Por una leve
corrección, recibirán grandes beneficios, porque Dios los puso a prueba y los
encontró dignos de él.
Los probó como
oro en el crisol y los aceptó como un holocausto.
Por eso
brillarán cuando Dios los visite, y se extenderán como chispas por los
rastrojos.
Juzgarán a las
naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey para siempre.
Los que
confían en él comprenderán la verdad y los que le son fieles permanecerán junto
a él en el amor. Porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos.
Salmo
27(26),1.4.7.8.9.13-14.
El Señor es mi
luz y mi salvación,
¿a quién
temeré?
El Señor es el
baluarte de mi vida,
¿ante quién
temblaré?
Una sola cosa
he pedido al Señor,
y esto es lo
que quiero:
vivir en la
Casa del Señor todos los días de mi vida,
para gozar de
la dulzura del Señor y contemplar su Templo.
¡Escucha,
Señor, yo te invoco en alta voz,
apiádate de mí
y respóndeme!
Mi corazón
sabe que dijiste:
“Busquen mi
rostro”.
Yo busco tu
rostro, Señor,
no lo apartes
de mí.
No alejes con
ira a tu servidor,
tú, que eres
mi ayuda;
no me dejes ni
me abandones,
mi Dios y mi
salvador.
Yo creo que
contemplaré la bondad del Señor
en la tierra
de los vivientes.
Espera en el
Señor y sé fuerte;
ten valor y
espera en el Señor.
Carta de San Pablo a los
Romanos 6,3-9.
Hermanos:
¿No saben
ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos hemos
sumergido en su muerte?
Por el
bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que así como Cristo
resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva.
Porque si nos
hemos identificado con Cristo por una muerte semejante a la suya, también nos
identificaremos con él en la resurrección.
Comprendámoslo:
nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él, para que fuera destruido este
cuerpo de pecado, y así dejáramos de ser esclavos del pecado.
Porque el que
está muerto, no debe nada al pecado.
Pero si hemos
muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él.
Sabemos que
Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder
sobre él.
Evangelio según San Mateo
25,31-46.
Jesús dijo a
sus discípulos:
"Cuando
el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará
en su trono glorioso.
Todas las
naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el
pastor separa las ovejas de los cabritos,
y pondrá a
aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
Entonces el
Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban
en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo,
porque tuve
hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de
paso, y me alojaron;
desnudo, y me
vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'.
Los justos le
responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer;
sediento, y te dimos de beber?
¿Cuándo te
vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?
¿Cuándo te
vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'.
Y el Rey les
responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis
hermanos, lo hicieron conmigo'.
Luego dirá a
los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue
preparado para el demonio y sus ángeles,
porque tuve
hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;
estaba de
paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me
visitaron'.
Estos, a su
vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o
desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'.
Y él les
responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de
mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'.
Estos irán al
castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".