Sábado, 21 de mayo de 2016
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del
apóstol Santiago (5,13-20):
¿Sufre alguno
de vosotros? Rece. ¿Está alegre alguno? Cante cánticos. ¿Está enfermo alguno de
vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después
de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al
enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará. Así,
pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os
curéis. Mucho puede hacer la oración intensa del justo. Elías, que era un
hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no
lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego
volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.
Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro lo encamina,
sabed que uno que convierte al pecador de su extravío se salvará de la muerte y
sepultará un sinfín de pecados.
Palabra de
Dios
Salmo
Sal 140,1-2.3.8
R/. Suba mi
oración como incienso en tu presencia, Señor
Señor, te
estoy llamando, ven deprisa,
escucha mi voz
cuando te llamo.
Suba mi
oración como incienso en tu presencia,
el alzar de
mis manos como ofrenda de la tarde. R/.
Coloca, Señor,
una guardia en mi boca,
un centinela a
la puerta de mis labios.
Señor, mis
ojos están vueltos a ti,
en ti me
refugio, no me dejes indefenso. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Marcos (10,13-16):
En aquel
tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les
regañaban.
Al verlo,
Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo
impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que
no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba
y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del
Señor
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