Martes, 31 de mayo de 2016
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de
Sofonías (3,14-18):
Regocíjate,
hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón,
Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El
Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a
Jerusalén: «No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, en
medio de ti, es un guerrero que salva. Él se goza y se complace en ti, te ama y
se alegra con júbilo como en día de fiesta.» Apartaré de ti la amenaza, el
oprobio que pesa sobre ti.
Palabra de
Dios
Salmo
Is 12,2-3.4bcd.5-6
R/. Qué grande
es en medio de ti el Santo de Israel
El Señor es mi
Dios y salvador:
confiaré y no
temeré,
porque mi
fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi
salvación.
Y sacaréis aguas
con gozo
de las fuentes
de la salvación. R/.
Dad gracias al
Señor,
invocad su
nombre,
contad a los
pueblos sus hazañas,
proclamad que
su nombre es excelso. R/.
Tañed para el
Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a
toda la tierra;
gritad
jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es
en medio de ti el Santo de Israel.» R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Lucas (1,39-56):
En aquellos
días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá;
entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de
María, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó
Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las
mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la
madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de
alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el
Señor se cumplirá.»
María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi
salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me
felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes
por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación
en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de
corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los
hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a
Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a
nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.»
María se quedó
con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Palabra del
Señor
No hay comentarios:
Publicar un comentario