Jueves, 19 de mayo de 2016
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del
apóstol Santiago (5,1-6):
Ahora,
vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado.
Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro
oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio
contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego. ¡Habéis amontonado
riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final! El jornal defraudado a los
obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los
gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos.
Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado
para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.
Palabra de
Dios
Salmo
Sal
48,14-15ab.15cd-16.17-18.19-20
R/. Dichosos
los pobres en el espíritu,
porque de
ellos es el reino de los cielos
Éste es el
camino de los confiados,
el destino de
los hombres satisfechos:
son un rebaño
para el abismo,
la muerte es
su pastor. R/.
Y bajan
derechos a la tumba;
se desvanece
su figura,
y el abismo es
su casa. R/.
Pero a mí,
Dios me salva,
me saca de las
garras del abismo
y me lleva
consigo. R/.
No te
preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el
fasto de su casa:
cuando muera,
no se llevará nada,
su fasto no
bajará con él. R/.
Aunque en vida
se felicitaba:
«Ponderan lo
bien que lo pasas»,
irá a reunirse
con sus antepasados,
que no verán
nunca la luz. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Marcos (9,41-50):
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que os dé a beber un vaso de agua,
porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que
escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le
encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te
hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos
manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer,
córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies
al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en
el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano
no muere y el fuego no se apaga. Todos serán salados a fuego. Buena es la sal;
pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la sazonaréis? Que no falte entre
vosotros la sal, y vivid en paz unos con otros.»
Palabra del
Señor
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