Viernes, 14 de julio de 2017
Primera lectura
Lectura del libro del
Génesis (46,1-7.28-30):
En aquellos
días, Israel, con todo lo suyo, se puso en camino, llegó a Berseba y allí
ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
Dios le dijo a
Israel en una visión de noche: «Jacob, Jacob.»
Respondió:
«Aquí estoy.»
Dios le dijo:
«Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí te
convertiré en un pueblo numeroso. Yo bajaré contigo a Egipto, y yo te haré
subir; y José te cerrará los ojos.»
Al salir Jacob
de Berseba, los hijos de Israel hicieron montar a su padre, con los niños y las
mujeres, en las carretas que el Faraón había enviado para transportarlos.
Tomaron el ganado y las posesiones que habían adquirido en Canaán y emigraron a
Egipto Jacob con todos sus descendientes, hijos y nietos, hijas y nietas, y
todos los descendientes los llevó consigo a Egipto. Jacob despachó por delante
a Judá, a visitar a José y a preparar el sitio en Gosén. Cuando llegaban a
Gosén, José mandó preparar la carroza y se dirigió a Gosén a recibir a su
padre. Al verlo, se le echó al cuello y lloró abrazado a él.
Israel dijo a
José: «Ahora puedo morir, después de haberte visto en persona, que estás vivo.»
Palabra de
Dios
Salmo
Sal
36,3-4.18-19.27-28.39-40
R/. El Señor
es quien salva a los justos
Confía en el
Señor y haz el bien,
habita tu
tierra y practica la lealtad;
sea el Señor
tu delicia,
y él te dará
lo que pide tu corazón. R/.
El Señor vela
por los días de los buenos,
y su herencia
durará siempre;
no se
agostarán en tiempo de sequía,
en tiempo de
hambre se saciarán. R/.
Apártate del mal
y haz el bien,
y siempre
tendrás una casa;
porque el
Señor ama la justicia
y no abandona
a sus fieles.
Los inicuos
son exterminados,
la estirpe de
los malvados se extinguirá. R/.
El Señor es
quien salva a los justos,
él es su
alcázar en el peligro;
el Señor los
protege y los libra,
los libra de
los malvados
y los salva
porque se acogen a él. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Mateo (10,16-23):
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Mirad que os mando como ovejas entre
lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no
os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las
sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así
daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os
preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os
sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el
Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus
hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos
contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que
persevere hasta el final se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a
otra. Porque os aseguro que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de
que vuelva el Hijo del hombre.»
Palabra del
Señor
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