Jueves, 13 de julio de 2017
Primera lectura
Lectura del libro del
Génesis (44,18-21.23b-29;45,1-5):
En aquellos
días, Judá se acercó a José y le dijo: «Permite a tu siervo hablar en presencia
de su señor; no se enfade mi señor conmigo, pues eres como el Faraón. Mi señor
interrogó a sus siervos: "¿Tenéis padre o algún hermano?", y
respondimos a mi señor: "Tenemos un padre anciano y un hijo pequeño que le
ha nacido en la vejez; un hermano suyo murió, y sólo le queda éste de aquella
mujer; su padre lo adora." Tú dijiste: "Traédmelo para que lo
conozca. Si no baja vuestro hermano menor con vosotros, no volveréis a
verme." Cuando subimos a casa de tu siervo, nuestro padre, le contamos
todas las palabras de mi señor; y nuestro padre nos dijo: "Volved a
comprar unos pocos víveres." Le dijimos: "No podemos bajar si no
viene nuestro hermano menor con nosotros"; él replicó: "Sabéis que mi
mujer me dio dos hijos: uno se apartó de mí, y pienso que lo ha despedazado una
fiera, pues no he vuelto a verlo; si arrancáis también a éste de mi presencia y
le sucede una desgracia, daréis con mis canas, de pena, en el sepulcro."»
José no pudo
contenerse en presencia de su corte y ordenó: «Salid todos de mi presencia.»
Y no había
nadie cuando se dio a conocer a sus hermanos. Rompió a llorar fuerte, de modo
que los egipcios lo oyeron, y la noticia llegó a casa del Faraón.
José dijo a
sus hermanos: «Yo soy José; ¿vive todavía mi padre?»
Sus hermanos
se quedaron sin respuesta del espanto.
José dijo a
sus hermanos: «Acercaos a mí.»
Se acercaron,
y les repitió: «Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis a los egipcios.
Pero ahora no os preocupéis, ni os pese el haberme vendido aquí; para salvación
me envió Dios delante de vosotros.»
Palabra de
Dios
Salmo
Sal 104,16-17.18-19.20-21
R/. Recordad
las maravillas que hizo el Señor
Llamó al
hambre sobre aquella tierra:
cortando el
sustento de pan;
por delante
había enviado a un hombre,
a José,
vendido como esclavo. R/.
Le trabaron
los pies con grillos,
le metieron el
cuello en la argolla,
hasta que se
cumplió su predicción,
y la palabra
del Señor lo acreditó. R/.
El rey lo
mandó desatar,
el Señor de
pueblos le abrió la prisión,
lo nombró
administrador de su casa,
señor de todas
sus posesiones. R/.
Evangelio
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo (10,7-15):
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «ld y proclamad que el reino de los cielos
está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad
demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja
oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de
repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando
entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos
en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludad; si la casa se
lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz
volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa
o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio
les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo.»
Palabra del
Señor
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