LECTURAS DEL SOLEMNIDAD DE
LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
Domingo,
25 de diciembre de 2016
Primera lectura
Lectura del libro de
Isaías (52,7-10):
¡QUÉ hermosos
son sobre los montes
los pies del
mensajero que proclama la paz,
que anuncia la
buena noticia,
que pregona la
justicia,
que dice a
Sión: «¡Tu Dios reina!».
Escucha: tus
vigías gritan, cantan a coro,
porque ven
cara a cara al Señor,
que vuelve a
Sión.
Romped a
cantar a coro,
ruinas de
Jerusalén,
porque el
Señor ha consolado a su pueblo,
ha rescatado a
Jerusalén.
Ha descubierto
el Señor su santo brazo
a los ojos de
todas las naciones,
y verán los
confines de la tierra
la salvación
de nuestro Dios.
Palabra de
Dios
Salmo
Sal 97,1.2-3ab.3cd-4.5-6
R/. Los
confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.
V/. Cantad al
Señor un cántico nuevo,
porque ha
hecho maravillas.
Su diestra le
ha dado la victoria,
su santo
brazo. R/.
V/. El Señor
da a conocer su salvación,
revela a las
naciones su justicia.
Se acordó de
su misericordia y su fidelidad
en favor de la
casa de Israel. R/.
V/. Los
confines de la tierra han contemplado
la salvación
de nuestro Dios.
Aclama al
Señor, tierra entera;
gritad,
vitoread, tocad. R/.
V/. Tañed la
cítara para el Señor,
suenen los
instrumentos:
con clarines y
al son de trompetas,
aclamad al Rey
y Señor. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta a los
Hebreos (1,1-6):
EN muchas
ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los
profetas.
En esta etapa
final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por
medio del cual ha realizado los siglos.
Él es reflejo
de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra
poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a
la derecha de la Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los
ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué
ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy»; y en otro lugar:
«Yo seré para él un padre, y el será para mi un hijo»?
Asimismo,
cuando introduce en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles
de Dios».
Palabra de
Dios
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Juan (1,1-18):
EN el
principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era
Dios.
Él estaba en
el principio junto a Dios.
Por medio de
él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba
la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz
brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un
hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar
testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio d él.
No era él la
luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era
la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo
estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su
casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos
lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su
nombre.
Estos no han
nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de
varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se
hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como
del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da
testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de
quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque
existía antes que yo».
Pues de su
plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley
se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de
Jesucristo.
A Dios nadie
lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo
ha dado a conocer.
Palabra del
Señor
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