LECTURAS DEL 7 DE ENERO.
FERIA DE NAVIDAD
Sábado,
7 de enero de 2017
Primera lectura
Lectura de la primera
carta del apóstol san Juan (3,22–4,6):
Cuanto pedimos
lo recibimos de Dios, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le
agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo
Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda
sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que
permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio. Queridos: no os fiéis de
cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos
falsos profetas han salido al mundo. Podréis conocer en esto el espíritu de
Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo venido en carne es de Dios; y
todo espíritu que no confiesa a Jesús no es de Dios: es del Anticristo. El cual
habéis oído que iba a venir; pues bien, ya está en el mundo. Vosotros, hijos
míos, sois de Dios y lo habéis vencido. Pues el que está en vosotros es más que
el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan según el mundo y
el mundo los escucha. Nosotros somos de Dios. Quien conoce a Dios nos escucha,
quien no es de Dios no nos escucha. En esto conocemos el espíritu de la verdad
y el espíritu del error.
Palabra de
Dios
Salmo
Sal 2,7-8.10-12a
R/. Te daré en
herencia las naciones
Voy a
proclamar el decreto del Señor;
él me ha
dicho: «Tú eres mi Hijo:
yo te he
engendrado hoy.
Pídemelo: te
daré en herencia las naciones,
en posesión,
los confines de la tierra.» R/.
Y ahora,
reyes, sed sensatos;
escarmentad,
los que regís la tierra:
servid al
Señor con temor,
rendidle
homenaje temblando. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Mateo (4,12-17.23-25):
En aquel
tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea.
Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de
Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: «País
de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea
de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los
que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.»
Entonces
comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de
los cielos.»
Recorría toda
Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino,
curando las enfermedades y dolencias del pueblo. Su fama se extendió por toda
Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y
dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curaba. Y le seguían
multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Trasjordania.
Palabra del
Señor
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