Martes, 22 de noviembre de 2016
Primera lectura
Lectura del libro del
Apocalipsis (14,14-19):
Yo, Juan,
miré, y apareció una nube blanca; y sentado sobre La nube alguien como un Hijo
de hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro y en su mano una hoz
afilada. Salió otro ángel del santuario clamando con gran voz al que estaba
sentado sobre la nube:
«Mete tu hoz y
siega; ha llegado la hora de la siega, pues ya está seca la mies de la tierra».
El que estaba
sentado encima de la nube metió su hoz sobre la tierra y la tierra quedó
segada. Otro ángel salió del santuario del cielo, llevando él también una hoz
afilada. Y del altar salió otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, y
gritó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciendo:
«Mete tu hoz
afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque los racimos
están maduros».
El ángel metió
su hoz en la tierra y vendimió la viña de la tierra y echó las uvas en el gran
lagar de la ira de Dios.
Palabra de
Dios
Salmo
Sal 95,10.11-12.13
R/. Llega el
Señor a regir la tierra.
V/. Decid a
los pueblos: «El Señor es rey:
él afianzó el
orbe, y no se moverá;
él gobierna a
los pueblos rectamente». R/.
V/. Alégrese
el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar
y cuanto lo llena;
vitoreen los
campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los
árboles del bosque. R/.
V/. Delante
del Señor, que ya llega,
ya llega a
regir la tierra:
regirá el orbe
con justicia
y los pueblos
con fidelidad. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Lucas (21,5-11):
En aquel
tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba
con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que
contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea
destruida».
Ellos le
preguntaron:
«Maestro,
¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para
suceder?».
Él dijo:
«Mirad que
nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien:
“Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de
guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso
ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les
decía:
«Se alzará
pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en
diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes
signos en el cielo».
Palabra del
Señor
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