Sábado, 2 de julio de 2016
Primera lectura
Lectura de la profecía de
Amós (9,11-15):
Así dice el
Señor: «Aquel día, levantaré la tienda caída de David, taparé sus brechas,
levantaré sus ruinas como en otros tiempos. Para que posean las primicias de
Edom, y de todas las naciones, donde se invocó mi nombre. –oráculo del Señor–.
Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que el que ara sigue de cerca al
segador; el que pisa las uvas, al sembrador; los montes manarán vino, y fluirán
los collados. Haré volver los cautivos de Israel, edificarán ciudades
destruidas y las habitarán, plantarán viñas y beberán de su vino, cultivarán
huertos y comerán de sus frutos. Los plantaré en su campo, y no serán
arrancados del campo que yo les di, dice el Señor, tu Dios.»
Palabra de
Dios
Salmo
Sal 84
R/. Dios
anuncia la paz a su pueblo
Voy a escuchar
lo que dice el Señor:
«Dios anuncia
la paz
a su pueblo y
a sus amigos
y a los que se
convierten de corazón.» R/.
La
misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y
la paz se besan;
la fidelidad
brota de la tierra,
y la justicia
mira desde el cielo. R/.
El Señor nos
dará la lluvia,
y nuestra
tierra dará su fruto.
La justicia
marchará ante él,
la salvación
seguirá sus pasos. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Mateo (9,14-17):
En aquel
tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: «¿Por qué
nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no
ayunan?»
Jesús les
dijo: «¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio
está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza
tira del manto y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos,
porque revientan los odres; se derrama el vino, y los odres se estropean; el
vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan.»
Palabra del
Señor
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