Lunes, 20 de junio de 2016
Primera lectura
Lectura del segundo libro
de los Reyes (17,5-8.13-15a.18):
En aquellos
días, Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país y asedió a Samaria durante
tres años. El año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaria, deportó
a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán,
y en las poblaciones de Media. Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses,
los israelitas habían pecado contra el Señor, su Dios, que los había sacado de
Egipto, del poder del Faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres
de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos y que introdujeron los
reyes nombrados por ellos mismos.
El Señor había
advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y videntes: «Volveos de
vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos, siguiendo la ley que di a
vuestros padres, que les comuniqué por medio de mis siervos, los profetas.»
Pero no
hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no confiaron
en el Señor, su Dios. Rechazaron sus mandatos y el pacto que había hecho el
Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo. El Señor se irritó tanto
contra Israel que los arrojó de su presencia. Sólo quedó la tribu de Judá.
Palabra de
Dios
Salmo
Sal 59,3.4-5.12-13
R/. Que tu
mano salvadora, Señor, nos responda
Oh Dios, nos
rechazaste
y rompiste
nuestras filas;
estabas
airado,
pero
restáuranos. R/.
Has sacudido y
agrietado el país:
repara sus
grietas, que se desmorona.
Hiciste sufrir
un desastre a tu pueblo,
dándole a
beber un vino de vértigo. R/.
Tú, oh Dios,
nos has rechazado
y no sales ya
con nuestras tropas.
Auxílianos
contra el enemigo,
que la ayuda
del hombre es inútil.
Con Dios
haremos proezas,
él pisoteará a
nuestros enemigos. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Mateo (7,1-5):
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No juzguéis y no os juzgarán; porque os
van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con
vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no
reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano:
"Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo?
Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar
la mota del ojo de tu hermano.»
Palabra del
Señor
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